Biblioteca Central de la Universidad Nacional del Santa

Uno de los problemas del sistema educativo peruano es que no se cultiva el hábito de la escritura, el cual es fundamental para todo ser humano porque es un medio de comunicación. Es, por ello, que se considera necesario enseñar a nuestros estudiantes a redactar textos y más si se trata de textos de carácter argumentativo que son los más usuales en nuestra comunicación. El argumentar es parte de nuestro quehacer cotidiano. A su vez, observamos que a nuestros estudiantes les resulta difícil justificar o dar razones para defender sus opiniones y, cuando lo hacen, presentan argumentos poco consistentes y sin lógica, esto se debe a que no han desarrollado su capacidad argumentativa. Perelman (1999, p. 2) nos manifiesta que “Las investigaciones dan cuenta de que los niños desarrollan muy tempranamente sus capacidades argumentativas cuando tiene que defender su punto de vista sobre un asunto de interés en una conversación. En nuestras observaciones cotidianas hemos tenido oportunidad de ser partícipes de múltiples situaciones en las que los niños despliegan una serie de argumentos para conseguir su objetivo teniendo en cuenta las refutaciones posibles de sus interlocutores”. Según la cita anterior, los niños desarrollan a temprana edad su capacidad argumentativa; pero, en realidad no es así porque en nuestro entorno observamos que los alumnos presentan dificultades al argumentar ya que se valen de opiniones imprecisas acerca del tema que se les plantea. A su vez, si un compañero le refuta, este tiende a dar simples excusas que no contienen los términos adecuados y convincentes, porque utilizan mucho sus marcas personales. Sin embargo si utilizaran una argumentación adecuada, sus opiniones serían válidas. Álvarez (1999), citado por Pulido (2008, p.184), sostiene que “La argumentación consiste en aportar razones para defender una opinión. Es convencer a un receptor para que piense de una determinada forma”. Para Weston (2003), citado por Pulido (2008, p. 185), “Dar un argumento, significa ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión, y en el caso específico de nuestros estudiantes en reiteradas oportunidades no ofrecen auténticas razones que permitan pensar que sus opiniones son las más correctas”. Tomando como punto de partida esta problemática se considera necesario desarrollar la capacidad argumentativa en textos escritos ya que el dominio del texto argumentativo es muy importante tanto para desarrollar nuestra capacidad de razonar y enjuiciar de manera crítica y objetiva alcanzando así un nivel de pensamiento formal que implica abstracciones y enjuiciamientos. Saber argumentar es lo que permite tanto defender nuestras opiniones frente a otros como descifrar los mensajes provenientes de contextos en los que se intenta persuadir o refutar. Lo Cascio (1998), citado por Pulido (2008,p.185), sostiene que “Una opinión que no se apoye en argumentos no es una opinión”. Es por ello que frente a esta problemática consideramos necesario la elaboración de una propuesta didáctica que nos permitirá desarrollar la capacidad argumentativa en textos escritos.