LA AFECTIVIDAD Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA AMIGO JESÚS N° 88393 NUEVO CHIMBOTE-2011
   
Codigo
T/32/0329/2013
Autor
Valiente Lozada, Katherin Paola,Urrutia Vega, Mariela Nancy
Asesor
Vallejo Martínez, Miriam
Escuela
EDUCACION PRIMARIA
Pie de Imprenta
Nvo. chimbote,,,2013
Caracteristicas
117 p, Anexos, CD
Contenido
En la Época Clásica la razón era la característica esencial de la persona y la afectividad se asimilaba al caos. Santo Tomás de Aquino y Descartes dan gran impulso a la valoración independiente de la afectividad. El modelo de Salovey y Mayer (1990) comprende la evaluación y expresión de emociones, su regulación y utilización en el pensamiento y la acción. Dicho modelo sostiene que las creencias acerca de nuestras propias habilidades emocionales o inteligencia emocional percibida se hacen más evidentes bajo condiciones de estrés y afrontamiento cuando los individuos son forzados a responder a emociones generadas por eventos externos lo cual es muy relevante en los directivos que se ven enfrentados continuamente a una serie de situaciones en las cuales se debe actuar en forma eficiente y eficaz. Aunque desde esta perspectiva la inteligencia emocional es entendida como una habilidad, se acepta que ésta opera sobre y con información emocional lo que ha mostrado relación con el ajuste psicológico de las personas. (Mayer citado por Gabel, 1990, p 188) Algunos estudios han encontrado que estados emocionales negativos que indican un mal ajuste, como la depresión y la ansiedad, correlacionan de manera inversa con la inteligencia emocional ,particularmente, la inhibición emocional o dificultad para expresar las emociones propias de manera abierta ha probado ser un indicador fiable de deficiente ajuste psicológico. Coherentemente, los individuos con mayor puntuación de inteligencia emocional suelen tener menos dificultades para expresar abiertamente sus emociones. Lo anterior lleva a indagar sobre el afecto como base e insumo de la inteligencia emocional. Es claro que el afecto positivo y negativo guardan importante relación con la cognición como determinantes del comportamiento y el ajuste psicológico. Se ha encontrado que la inteligencia emocional permite reducir la intensidad y la frecuencia de emociones negativas causadas por los eventos adversos de la vida cotidiana constituyéndose en un factor protector que hace a los sujetos menos vulnerables a problemas relacionados con la afectividad como la depresión La afectividad positiva supone una predisposición relativamente estable a experimentar emociones favorables, acompañadas de una sensación de bienestar personal y social, caracterizado por una sensación de energía y entusiasmo y un compromiso agradable con el entorno, mientras que un Bajo nivel de afectividad positiva refleja fatiga, cansancio mental y físico. La afectividad negativa supone una amplia predisposición a experimentar emociones desfavorables, constituye un factor de estrés subjetivo caracterizado por la presencia de estados de ansiedad, miedo, hostilidad y disgusto. Como podría esperarse, el afecto negativo y positivo guarda relación con rasgos tales como el neuroticismo y la extraversión respectivamente. Las personas que poseen un afecto positivo, suelen ser optimistas, lo cual se ha relacionado con la persistencia, la resolución adecuada de problemas, y la exitosa atención de demandas del ambiente y la determinación de las personas en dirigir sus metas. Los individuos capaces de manejar sus emociones presentan menores emociones negativas y facilitan las positivas son personas más amistosas y con mayor sensibilidad a las relaciones interpersonales que suelen tener comportamientos prosociales. Son personas que pueden percibir, entender y regular no sólo sus estados emocionales sino que también aprecian, entienden y tratan los sentimientos y emociones ajenas (Mayer y Salovey, citado por Gabel, 1990, p 188). Estudios han demostrado que la inteligencia emocional está relacionada directamente con emociones positivas tales como, la satisfacción con la vida y que la identificación de las emociones propias y ajenas, su entendimiento y respuesta eficiente acerca de la información que ellas proveen sobre nosotros mismos y el ambiente pueden promover bienestar personal (Fernández,2005). La mayoría de especialistas coinciden en afirmar que las personalidades se configuran entre sólo esos años en consecuencia el entorno se convierte en el elemento fundamental para el desarrollo de este elemento de la persona humana y fundamentalmente para el desarrollo de la parte afectiva, situación que se va entre gravando en el cerebro humano. Los seres humanos nos desarrollamos en el marco de una determinada cultura, la que responde a una etapa de la historia, en consecuencia el comportamiento está vinculada de manera intrínseca y como respuesta al desarrollo de los vínculos sociales y la herencia de la anatomía cultural. En México la conexión entre la familia y la escuela es fundamental y es necesario expandir nuestros intereses, deseos de los estudiantes, familiares, puntos de vistas, afecto y vida emocional para mejorar la relación en la escuela y la familia donde la escolarización no se vea como un castigo. Por lo tanto; la afectividad
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BIBLIOTECA CENTRAL
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BIBLIOTECA DE LA FACULTAD DE EDUCACION
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